martes, 27 de mayo de 2014

Actividad física más aconsejable para tratar la diabetes tipo 2

La cantidad y la frecuencia semanal de ejercicio físico son más importantes para el control de la diabetes que la intensidad o el tipo de ejercicio


Analizamos un reciente estudio presentado por

Harmer AR, Elkins MR.

Br J Sports Med 2014;0:1–3. doi:10.1136/bjsports-2013-093225

Amount and frequency of exercise affect glycaemic control more than exercise mode or intensity 

Introducción:

La prevención y control de la diabetes tipo 2 es vital. La modificación del estilo de vida realizando ejercicio físico y disminuyendo el peso corporal incluyendo dieta, son factores clave para los pacientes con obesidad o prediabetes que evitarán el desarrollo de diabetes tipo 2. Incluso en pacientes con diabetes tipo 2 la realización de ejercicio físico mejora la acción de la insulina y disminuye el riesgo cardiovascular. Solamente la realización de actividad física reduce  la Hemoglobina glicosilada (HbA1c) y disminuye la adiposidad visceral. El mejor control de la glucemia reduce las complicaciones microvasculares, y en los nuevos diabéticos reduce los ACV y la mortalidad.
No está claro el modelo de ejercicio más adecuado para conseguir un mejor control de la glucemia.

Objetivos de la Revisión:

Conocer la mejor evidencia científica sobre qué ejercicio físico es el más adecuado para el control de la glicemia , estudiando la Cantidad, la Frecuencia y la Intensidad de ejercicio, y su acción sobre la HbA1c en pacientes con diabetes tipo 2.
Como objetivo secundario se buscaba conocer qué Tipo de ejercicio es el que mejor controla la glicemia, el Aeróbico, el ejercicio de Fuerza, ó la Combinación de ambos: aeróbico y de fuerza.

Bases de datos y criterios de inclusión:

Se estudiaron 5 bases de datos con publicaciones entre 1985 a 2012. buscando los términos “exercise”, “physical activity” and “diabetes mellitus”.
Se seleccionaron los artículos que estudiaban diabetes tipo 2 con intervención de ejercicio físico al menos durante 12 semanas, con estudios aleatorizados a grupo control y de estudio. El grupo control no debería recibir la intervención de ejercicio físico.

Mediciones principales:

La medida principal es la Hemoglobina glicosilada (HgA1c) que valora las concentraciones de glucosa plasmática los 2-3 meses precedentes.

Las características del ejercicio estudiadas fueron:
-         Frecuencia: número de sesiones semanales
-         Volumen: minutos de ejercicio realizado durante todo el estudio 
-         Intensidad:
o    % de Fc máxima para ejercicio aeróbico
o   % de 1 RM (repetición máxima) para ejercicio de fuerza

Resultados:

Se seleccionaron 26 estudios, que incluyeron 2253 participantes:
-         935 pacientes ejercicio aeróbico
-         249 pacientes ejercicio de fuerza
-         1069 ejercicio combinado

Teniendo en cuenta todos los tipos de ejercicio, el mejor control de la glicemia determinado por mayor reducción en la HgA1c se alcanzó en aquellos estudios que aumentaban la Frecuencia (número de sesiones semanales) y el Volumen (duración) del ejercicio.

En las intervenciones sólo con ejercicio físico Aeróbico el mejor indicador para el control de la glicemia mediante la reducción de la HgA1c fue la Frecuencia, mientras que la Intensidad (% de la Fc máxima) no muestra asociación.

En las intervenciones sólo con ejercicio de Fuerza, no muestran modificación en la reducción de la HgA1c.

En las intervenciones con ejercicios de tipo Combinado, aeróbico y de fuerza, se encontró que por cada set de ejercicio de resistencia semanal añadido, se reducía la HgA1c 0.02%

Discusión:

El principal efecto encontrado es que el aumento de la Frecuencia semanal de ejercicio aeróbico reduce de manera significativa la HgA1c.
Esto es así porque se conoce que una sesión única de ejercicio físico aeróbico moderado aumenta la expresión génica del GLUT4 al menos 3 horas, y que sólo  7 días de ejercicio físico moderado aumenta la disponibilidad de glucosa y el transporte de GLUT4 a nivel muscular. Por tanto, cargas repetidas de ejercicio pueden reducir la exposición de la hemoglobina a la glicosilación, y por ello el aumento en la Frecuencia de ejercicio reduce la HgA1c.
Las otras características de ejercicio estudiadas no parecen tener efecto sobre la Hg1Ac.
En los ejercicios de Fuerza, la mayoría de los estudios incluyen una Frecuencia de 3 días por semana, por lo que no se puede analizar la variable de Frecuencia.
Cuatro estudios incluyeron intervenciones dietéticas, y como se sabe, la pérdida de peso es un potente reductor de la HgA1c, por lo que en estos estudios la reducción de la HgA1c puedes ser mayor que el conseguido sólo por el ejercicio.
La Intensidad de ejercicio aeróbico empleado es baja-moderada en la mayoría de los estudios. Queda por estudiar los efectos de ejercicio de alta intensidad, y ejercicio intermitente de alta intensidad, que mejoran más el VO2 max que el ejercicio de intensidad baja-moderada.

Implicaciones clínicas:

En pacientes con diabetes tipo 2 debemos insistir que es mejor aumentar la frecuencia semanal de ejercicio aeróbico, y que es mejor más frecuencia, que más intensidad o más duración de ejercicio.
Esto es especialmente importante en pacientes con dificultad en el control de la glucemia, por tener elevada la HgA1c, y aquellos con múltiples comorbilidades.
Para los ejercicios de tipo combinados podríamos mejorar el control de la diabetes añadiendo sesiones extra de trabajo de fuerza, aunque la evidencia encontrada en este es débil.

Agradecer al Dr.Harmer el envío de su artículo para hacer este análisis.

Jesús Losa López
Médico
Especialista en Medicina del Deporte

Clínica ProActitud

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Valladolid, a 27 de mayo de 2014


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